lunes, 4 de abril de 2011

ARES

ARES (MARTE) “SOLDADO, BAILARIN, AMANTE”:
En la mitología griega, Ares (en griego antiguo Ἄρης Arês o Ἄρεως Areôs, ‘conflicto bélico’) se considera el dios olímpico de la guerra, aunque es más bien la personificación de la fuerza bruta y la violencia, así como del tumulto, confusión y horrores de las batallas,1 en contraposición a su hermanastra Atenea, que representa la meditación y sabiduría en los asuntos de la guerra y protege a los hombres y sus habitaciones de sus estragos. Los romanos lo identificaron con Marte, dios romano de la guerra y la agricultura (al que habían heredado de los etruscos), pero éste gozaba entre ellos de mucha mayor estima.
Se lo representa como hijo de Zeus y Hera, aunque existe una tradición posterior según la cual Hera lo concibió al tocar una determinada flor, en lo que parece ser una imitación de la leyenda sobre el nacimiento de Hefestos, y es recogida por Ovidio.2 También existe una leyenda similar sobre el nacimiento de Eris, diosa de la Discordia. Su lugar de nacimiento y auténtico hogar estaba situado lejos, entre los bárbaros y belicosos tracios,3 y a él huyó cuando fue descubierto acostándose con Afrodita.4
Los helenos siempre desconfiaron de Ares,5 quizá porque ni siquiera estaba influenciado por el espíritu de pertenecer a un bando, sino que a veces ayudaba a una parte y a veces a la otra, según le dictaban sus inclinaciones. Su mano destructiva se veía incluso tras los estragos provocados por plagas y epidemias.6 Este carácter salvaje y sanguinario de Ares lo hacía ser odiado por otros dioses, incluidos sus propios padres.7
Es el modelo del poder físico masculino, de la intensidad y la acción inmediata. Apasionado y vitalista, vive el presente sin preocuparse de nada más. El hombre Ares esta en contacto con su cuerpo y sus sentimientos y vive alejado del mundo de las ideas. Representa la capacidad de combatir, de luchar por una pasión o creencia. Al igual que deidad guerrera, también es el amante por naturaleza. Las relaciones intimas son para el un arte, y a diferencia de otros arquetipos, en la cama convierte a la mujer en su igual.
Nunca viola ni atropella, el ama y se entrega. Representa el culto al cuerpo, axial que no es raro que los Ares resulten grandes deportistas y bailarines. Leales, valientes, terrenales y enérgicos, encarnan a los soldados, militares y a los deportistas. Como padres pueden ser muy protectores, estarán en todos los momentos importantes de la vida de sus hijos, El principal problema que se encuentran es su impulsividad. Cuando les provocan responden con agresividad. Por ello han de aprender a auto controlarse.
Si usted esta en esta situación invoque al arquetipo de Atenea para que le ayude a tomarse unos segundos para reflexionar; al de Hermes para que utilice la palabra y la astucia en lugar de los puños; y al de Apolo, para que le haga mirar la situación desde fuera y sopesar las consecuencias.
Las personas marcadas con este arquetipo se caracterizan por ser luchadores, agresivos, personas apasionadas en sus ideales y defenderán sus creencias con su propia vida.
Como dios guerrero que es, es demasiado autoritario gobierna su entorno y son sobrevivientes nunca se dan por vencidos y llegan a ser demasiado violentos, en sus relaciones es un gran amante y se esforzara por complacer a su pareja aunque puede llegar a ser demasiado obsesivo por proteger o defender a su pareja y su familia.
Roles arquetípicos:
• guerrero
• bailarín
• amante
• hombre encarnado
Relaciones significativas
• amante
• hijos
Su tipo psicológico junguiano es:
• claramente extravertido
• claramente sentimental
• claramente sensación
• presente inmediato
Conflictos psicológicos:
• baja autoestima
• agresor
• cabeza de turco
• capacidad para reaccionar emocionalmente con coraje
Puntos fuertes:
• integración de las emociones y el cuerpo
• expresividad de las emociones.

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